EL HORNO
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- He colocado algunas aclaraciones para poder disfrutar la poesía, sobre términos muy localistas -
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Esta mañana hice fuego.
en el horno de mi rancho.
que allá en el fondo del patio.
parece un nido de hornero .
Puse chamisa primero.
después molle, uña e'gato.
y mientras iba esperando.
que el horno entrara en calor-
ensillé un madrugador .
y me le prendí al amargo .
La boca abierta del horno .
parecía respirar.
por ella pude tantear.
de su interior el rescoldo.
y como siempre lo aromo.
le puse paico y romero .
después barrí con esmero.
las hojitas chamuscadas .
pensando en la nueva horneada .
y el perfume del pan nuevo .
En una vieja batea .
traje el pan de la cocina .
con un mantelito encima .
de la masa blanca y fresca .
es una costumbre añeja .
dejar que vaya leudando .
y que cruda esté formando .
lo que ha de ser el pan nuestro .
porque con todo respeto .
creo que Dios anda horneando.
Calculé justito el tiempo .
y lo saqué flor y flor .
doradito igual que el sol,
una mañana de enero .
se portó el nido de hornero .
con su bostezo caliente .
que escapó de su vientre .
cuando fuí a espiar el pan .
el cual no quise probar .
sin antes llamar,
sin antes llamar a mi gente.
Vinieron mis tres cachorros .
y también vino mi mujer .
a probar el pan aquel .
recién salido del horno .
Hubo ojitos con asombro .
cuando partí el pan humeante .
que repartí no sin antes .
contemplarlo entre mis manos .
recordando a mis hermanos .
y un gesto igual,
y un gesto igual de mi padre.
Ahora el horno está vacío .
pichecito lomo hinchado .
bendito barro tostado,
redondito, dulce y tibio .
destino final del trigo .
que con la espiga me da .
por la harina la bondad .
que horno oscuro convoca .
yo que le quemo la boca .
y el después,
el después besa mi pan .
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El horno es una muy bella canción, que en estos días de ausencia del blog, la escuche miles de veces, disfrutándola, casi ruméandola, en la interpretación de ROQUE MARTINEZ (CLICK aquí para ver su obra y escucharla ya que a la fuerza de su poesía le agregaba los recuerdos y hasta el olorcito de los panes y tortas que mi madre sabía elaborar, en el horno de barro del patio de la casa de campo.
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También recuerdo a Laureana, una señora que se ganaba sus pesitos, cocinando tortas en su horno de barro, que luego prolijamente las apilaba sobre un inmaculado mantelito, y las llevaba en su sulky, al costado de las canchas de futbol del pueblo - en especial cuando jugaba su club preferido RESPLANDOR - y no se marchaba, hasta que no vendía su delicioso cargamento.
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Este horno es típico en el interior de Argentina, sirve no solo para cocinar, sino también en algunas reuniones de política o futbolera o de las cooperadoras escolares o simplemente familiares, la persona que va a hacer uso de la palabra, a falta de tarima, el horno es un buen recurso p'a hacerse ver y conocer.... o sea a falta de pan, buenas son las tortas.
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